FICHA 1
Cualquier información que hace posible que
alguien pueda identificarte es uno de tus datos
personales.
Todo lo que haces en internet deja un rastro,
una huella digital que habla de ti.
¿Sabías que toda la información que dejas
cuando te conectas forma lo que se llama tu
identidad digital?
Tú decides quién puede tener tus datos.
Tú decides para qué pueden utilizarlos.
Te damos algunas pistas y trucos para
cuidar de ellos.
FICHA 2
Algunos hackers aprovechan nuestros despistes
para crear webs casi iguales a las que
utilizas habitualmente pero con contenido que
puede dañar tus dispositivos.
Las cookies o galletas guardan información
sobre ti: dicen qué páginas has visitado, qué te
gusta, qué sueles hacer y mucho más.
Utiliza un antivirus en tus dispositivos.
No abras mensajes de desconocidos. No
abras ficheros o enlaces a sitios webs
que aparezcan en estos mensajes.
Descarga aplicaciones sólo de sitios de confianza.
FICHA 3
No utilices como contraseñas palabras
que se puedan asociar fácilmente a ti,
como el nombre de tu mascota, el nombre
de tu calle, tu fecha de nacimiento…
Utiliza contraseñas de un mínimo de 8
caracteres y mezcla mayúsculas, minúsculas,
caracteres especiales (@ # *)
y números
Todos los sitios web que utilicen tus datos
personales deben tener una política de privacidad.
Cuando te apuntas a una web das tus datos
y tú decides cuándo borrarlos. Tienes derecho
a decidir sobre tus datos.
Piensa bien si quieres compartir una imagen o
vídeo con los demás.
Si lo haces, fíjate en quién puede verlo.
FICHA 4
Cuando escribes mensajes en mayúsculas
alguien puede entender que le
gritas.
No hagas en internet algo que no harías
en la vida real.
Evita gestos o conductas que puedan
ofender a otras personas.
Si recibes mensajes o comentarios que te
molestan, si recibes incluso durante la noche
toques o mensajes en tu teléfono o tablet, si
alguien te molesta aunque sea con número
oculto.
Se llama acoso. No lo permitas. Cuéntalo.
No tengas miedo. Pide ayuda a tus padres o a
alguien de tu confianza.
No participes en el acoso de otras personas
y, si conoces algún caso, cuéntaselo
a tus padres o a alguien de tu confianza.